Los bacteriófagos mejoran la calidad de los subproductos crudos

D. Ayensa.

Evitarían la degradación de los nutrientes en los subproductos contaminados procedentes de la avicultura

En el mundo, cada año, se crían, sacrifican y procesan miles de millones de aves, generando una gran cantidad de subproductos no comestibles (cabezas, patas, despojos y plumas) que pueden estar contaminados, lo que provoca que se echen a perder produciendo gas tóxico. Los bacteriófagos podrían evitar la descomposición, lo que resultaría en ambientes de trabajo más seguros y productos de más calidad.

Los microorganismos de la piel, el tracto gastrointestinal, los equipos de procesado y el ambiente pueden contaminar fácilmente los subproductos crudos de origen animal y causar su deterioro debido a la rápida multiplicación microbiana a temperatura ambiente. Este deterioro siempre está acompañado de la producción de malos olores, ya que algunos de los microorganismos responsables producen sulfuro de hidrógeno (SH2) durante su metabolismo. Una producción apreciable de SH2 en una planta de transformación puede ser peligroso para la salud de los trabajadores, debido a la naturaleza tóxica del gas.

Se han desarrollado muchos métodos de conservación (envasado en atmósfera modificada, bacterias ácido-lácticas, aceites esenciales antibacterianos, sales de nitrato, ácidos orgánicos y antibióticos) con el objetivo de controlar la descomposición de los subproductos crudos procedentes de animales por bacterias (incluidas patógenas). El control biológico por bacteriófagos en subproductos crudos de origen animal no se había estudiado hasta el momento.

Los bacteriófagos se descubrieron en 1915 y se han utilizado para el control de patógenos humanos durante muchos años. Aunque varios factores afectan a la eficacia del tratamiento con fagos (temperatura, humedad, fago de unión a las células bacterianas, etc.) la aplicación a la carne cruda para controlar los microorganismos que la degradan y aumentar su vida útil parece tener éxito.

Según publica World Poultry, en una investigación se utilizó un cóctel específico de bacteriófagos para controlar la producción de SH2 en diferentes subproductos crudos procedentes de aves en el laboratorio y en un invernadero, simulando las condiciones durante el transporte y en un centro de procesado. En el laboratorio, el tratamiento con fagos aplicado a la carne fresca de pollo previamente contaminada por inoculación, a la carne de pollo en mal estado y a las tripas y plumas de pollo redujo la producción de SH2 aproximadamente entre un 25-69 % a temperaturas de 20 ºC hasta 37 ºC. En el invernadero, el tratamiento con fagos logró una reducción de aproximadamente un 30-85 % en la producción de SH2 en despojos de pollo y plumas. Los resultados demuestran que un cóctel de fagos puede reducir la producción de sulfuro de hidrógeno de manera significativa en subproductos crudos de origen a temperatura ambiente, lo que resulta en un ambiente de trabajo más seguro y un producto con menos degradación de nutrientes y, por lo tanto, de más calidad para la industria del reciclaje.

Consultar la fuente, Albeitar.

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