Bruselas propone reforzar las normas sobre agricultura ecológica para acabar con el fraude

D. Ayensa. La Comisión Europea ha propuesto este martes reforzar las normas sobre agricultura ecológica con el objetivo de acabar con el fraude en el sector y facilitar el acceso al mercado de pequeños productores. La reforma permitirá, según Bruselas, responder al fuerte aumento de la demanda, que se ha multiplicado por cuatro en los últimos 10 años, sin disminuir la calidad de la producción.

“La Comisión quiere una producción ecológica mayor y mejor en la UE consolidando la confianza de los consumidores en los productos bio y eliminando los obstáculos para el desarrollo de la agricultura ecológica”, ha dicho el comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, que resalta que “el éxito del sector bio reposa no en las subvenciones sino en la confianza de los consumidores”.

La reforma que propone Bruselas responde precisamente al fuerte aumento de la demanda de agricultura ecológica, que ha dejado de ser una “producción nicho” como hace unos años, y trata de evitar que la reacción a este incremento sea una relajación de los estándares de calidad. En este sentido, el Ejecutivo comunitario busca corregir las carencias denunciadas por un informe del Tribunal de Cuentas de 2012, que fue muy crítico con los controles en este sector, y acabar con el fraude.

Así, el nuevo reglamento refuerza los controles y los extiende a todos los actores de la cadena, y no sólo a los productores como hasta ahora, ya que la mayoría de los casos de fraude detectados afectaban a la transformación y distribución. Los controles se basarán en análisis de riesgo para concentrarlos allí donde las probabilidades de fraude son más altas.

La Comisión propone además eliminar la mayoría de las vigentes excepciones y derogaciones aplicables a la agricultura ecológica en términos de sustancias autorizadas y control. De este modo, Bruselas quiere acabar con el riesgo de tratamiento desigual entre los agricultores y estimular la innovación y los avances en el sector.

Entre las derogaciones que el Ejecutivo comunitario propone suprimir se encuentran la que autorizan las explotaciones mixtas de agricultura tradicional y ecológica, por considerar que son fuente de contaminación y difíciles de controlar. Además, Bruselas exige que la alimentación del ganado sea 100% bio y suprime el engorde artificial de determinados animales.

Para ayudar a los pequeños productores a entrar en el mercado, el Ejecutivo comunitario propone crear un sistema de certificación de grupo que reduzca los costes. Además, el nuevo reglamento introduce más transparencia y reduce las cargas administrativas para los productores.

Fuente consultada; www.acofesal.org

 

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